La sangre del cordón es recolectada del cordón umbilical justo después del nacimiento del bebé pero, generalmente, antes de que la placenta haya sido extraída. Se procede a punzar la vena del cordón en un procedimiento rápido y sencillo que no implica ningún riesgo para la Madre ni su Hijo(a). Luego de la extracción de la placenta se extrae el tejido del cordón umbilical.
La única oportunidad de recolectar las células madre de la sangre y del tejido del cordón umbilical es en el momento del nacimiento de su bebé. No hay absolutamente ningún dolor o riesgo para la madre o para el bebé durante el procedimiento de recolección ya que la sangre se toma del cordón una vez que ha sido pinzado y cortado.